En el Diccionario de la Real Academia de 1884 hace su aparición una nueva acepción de vicioso, que se añade a las ya existentes. Sin duda, y aunque en primera instancia puede costar entenderlo al decir de algo que es vicioso, se trata de condiciones deseables. ¿O no es lo que diríamos de lo que se considera “abundante, provisto, deleitoso”?
Sin embargo, cuando se le pregunta a un hablante de español, prácticamente ninguno tiene en cuenta esta acepción. Por eso a muchos les entra la risa fácil cuando oyen por vez primera el nombre de una población como Villaviciosa, y no pueden comprender que haya una explicación diferente a la que entienden que originó su denominación.
De hecho, si tu diccionario de cabecera es sólo el Diccionario esencial de la lengua española (también de la Real Academia) seguirás sin entenderlo, ya que las únicas acepciones que contempla de vicioso son:
- Entregado a los vicios.
- Que tiene, padece o causa vicio, error o defecto.
La sorpresa aumenta cuando se le enumeran todas las Villaviciosa (“villa deliciosa”) del país, que no son pocas:
- Villaviciosa (Asturias)
- Villaviciosa (Ávila)
- Villaviciosa de Córdoba (Córdoba)
- Villaviciosa de la Ribera (León)
- Villaviciosa de Odón (Madrid)
- Villaviciosa de San Miguel, anteriormente denominada Villaviciosa de Perros (León)
- Villaviciosa de Tajuña (Guadalajara)
Mi pregunta es por qué no es hasta 1884 que aparece esta acepción, que ---eso sí--- desde entonces está siempre presente en nuestro Diccionario.
Aunque hay muchos casos, veamos un par de ejemplos, que nos indican qué se entendía antiguamente por algo vicioso. En la General Estoria de Alfonxo I, publicada hacia 1275, podemos leer:
tierra de Canaán, que es muy buena tierra, e muy rica e viciosa, assí que mana leche e miel.
Y para abundar, otro ejemplo más. En el Compendio y descripción de las Indias Occidentales (1629) de Antonio Vázquez de Espinosa se describe una zona en los siguientes términos:
La ciudad de San Joan de Pasto fundó el Capitan Lorenço de Aldana el año de 1539. llamóla villa viciosa, por ser el citio donde la fundó muy ameno, y apasible de grandes pastos para ganados (...) su temple es de primauera (...). La tierra es muy abundante, varata, y regalada, cogese en ella mucho trigo, mais, y otras semillas en abundancia, assi de España como de la tierra, tiene muy buenos ingenios de açucar, todas las frutas de España, y de la tierra, con grandes crias de ganado mayor, y menor, y inumerable de serda".
A nadie se le escapa que en ambos casos se está hablando de lugares y tierras donde por sus evidentes ventajas a cualquiera le gustaría vivir. Entonces, ¿por qué la Academia espera hasta 1884 para incluir esta acepción en el Diccionario?