En el DPD, se especifican cuatro usos del punto y coma:
Para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones complejas que incluyen comas.
Para separar oraciones sintácticamente independientes entre las que existe una estrecha relación semántica.
Se escribe punto y coma delante de conectores de sentido adversativo, concesivo o consecutivo, como pero, mas, aunque, sin embargo, por tanto, por consiguiente, etc., cuando las oraciones que encabezan tienen cierta longitud.
Se pone punto y coma detrás de cada uno de los elementos de una lista o relación cuando se escriben en líneas independientes y se inician con minúscula, salvo detrás del último, que se cierra con punto.
Sin embargo, también dejan claro que el punto y coma es un signo de uso subjetivo y poco frecuente, y aclaran que en numerosas ocasiones es posible sustituirlo por otro, pero al mismo tiempo dicen que no es prescindible (negritas mías):
El punto y coma es, de todos los signos de puntuación, el que presenta un mayor grado de subjetividad en su empleo, pues, en muchos casos, es posible optar, en su lugar, por otro signo de puntuación, como el punto y seguido, los dos puntos o la coma; pero esto no significa que el punto y coma sea un signo prescindible.
[...]
En la mayor parte de estos casos, se podría utilizar el punto y seguido. La elección de uno u otro signo depende de la vinculación semántica que quien escribe considera que existe entre los enunciados. Si el vínculo se estima débil, se prefiere usar el punto y seguido; si se juzga más sólido, es conveniente optar por el punto y coma.
Entonces, ante esta ambigüedad, ¿en alguno de los cuatro casos anteriormente expuestos debe considerarse obligatorio su uso?