Hay algunos casos especiales de palabras terminadas en "-a", cuyo género puede servir tanto para el masculino como para el femenino. Son los denominados "sustantivos comunes en cuanto al género (los que, designando seres animados, tienen una sola forma, la misma para los dos géneros gramaticales)".
En cada enunciado concreto, el género del sustantivo, que se corresponde con el sexo del referente, lo señalan los determinantes y adjetivos con variación genérica: el/la pianista; ese/esa psiquiatra; un buen/una buena profesional.
En el Diccionario panhispánico de dudas, en el artículo sobre el género, dentro del subapartado "Formación del femenino en profesiones, cargos, títulos o actividades humanas" podemos leer:
Los que acaban en -a funcionan en su inmensa mayoría como comunes: el/la atleta, el/la cineasta, el/la guía, el/la logopeda, el/la terapeuta, el/la pediatra. En algunos casos, por razones etimológicas, el femenino presenta la terminación culta -isa: profetisa, papisa. En el caso de poeta, existen ambas posibilidades: la poeta/poetisa. También tiene dos femeninos la voz guarda, aunque con matices significativos diversos (→ guarda): la guarda/guardesa. Son asimismo comunes en cuanto al género los sustantivos formados con el sufijo -ista: el/la ascensorista, el/la electricista, el/la taxista. Es excepcional el caso de modista, que a partir del masculino normal el modista ha generado el masculino regresivo modisto.
Fuente:
Diccionario panhispánico de dudas