Según el catedrático de Lengua José María Pérez Orozco, es el clima lo que puede determinar la evolución de un lenguaje. Obviamente, la altitud puede favorecer (o dejar de hacerlo) un buen clima, se entiende que a nivel del mar el clima es más suave que en zonas de montaña, pero sería un rasgo indirecto.
Lo siguiente lo decía el mencionado catedrático sobre el andaluz, un dialecto que comparte con el caribeño ese rasgo de omitir las s finales:
El clima que influye mucho en la civilización, es decir nuestro pueblo tiene un clima que nos da lugar a hacer mucha parte de nuestra vida en la calle o en sitios de reunión que no son tu casa, nosotros estamos prácticamente continuamente charlando, reunidos. El uso de la lengua la va pulimentando, la va adaptando a nuestras necesidades, por eso aquí debido a el más y mayor uso de la lengua es por lo que la lengua ha ido avanzando.
Esta postura defiende, de hecho, que el andaluz no es más que un castellano más evolucionado, porque se encuentra más lejos del latín y es más eficaz, ya que dice más con menos:
Una efectividad que lo que hace es emplear menos elementos en expresar lo que tú quieres decir. En dos horas el que está hablando un andaluz, le da más tiempo a decir más cosas que si estás hablando en correcto castellano. Y si tú dices mira 'no pasó na de na' y 'no ha pasado nada de nada', no es lo mismo.
Todo esto que se dice del andaluz se puede aplicar a la región del Caribe, conocida precisamente por su buen clima.