Hace poco, en ¿Por qué en varios países de Latinoamérica se usan mucho los diminutivos?, uno de los puntos que se comentaron fue el uso de los diminutivos en frases como:
¿Le traigo una tacita de té, don Juan?
¿Se le ofrece un cafecito?
En su día se dijo que se usaban estos diminutivos como forma de suavizar las frases. Sin embargo, hoy me he acordado del lenguaje humilde usado en el japonés. En este idioma existe varias formas de lenguaje honorífico, dado que en la sociedad japonesa se tienen muy en cuenta las clases de cada uno. Si estás hablando con un superior hay dos formas de lenguaje honorífico: el sonkeigo, que sirve para hablar con sumo respeto acerca de las acciones que atañen a tu interlocutor; y el kenjōgo, que sirve para hablar con suma humildad de las acciones que te atañen a ti mismo.
Entonces caí en la cuenta del paralelismo, aunque no recordaba (ni recuerdo ahora) haber leído en la Nueva gramática nada acerca del posible uso de los diminutivos como forma de cortesía por parte del hablante hacia su interlocutor. Así, si le dices a tu jefe:
¿Le traigo una tacita de té?
se podría considerar que no es que le vaya a traer una taza pequeña, sino que el diminutivo implicaría una cortesía hacia el jefe, haciéndole ver que no le va a costar esfuerzo alguno el prepararla y llevársela.
Así pues, ¿se podría considerar el uso del diminutivo en estos casos como una forma de lenguaje humilde, similar al kenjōgo?