En castellano hay varias palabras que en otras lenguas romances (mis referencias son gallego y francés) tienen diferente género. Son un quebradero de cabeza para los estudiantes hispanohablantes, os lo aseguro. Siempre he sospechado que ha sido en castellano donde cambiaron de género, así que he hecho algo de investigación con algunas de las palabras más comunes que tengo fichadas en este aspecto.
Ejemplos
La información de los ejemplos que os propongo abajo ha sido consultada en el Diccionario panhispánico de dudas (DPD), en el Mapa de diccionarios académicos y el Corpus de la RAE (CORDE).
Color: En el mapa de diccionarios el género es consistentemente masculino, pero en el DPD se dice que en el español antiguo y medieval era femenino. El CORDE recoge numerosos ejemplos de su empleo en femenino, desde la edad media hasta el S. XX.
Puente: Según el mapa de diccionarios, ¡ambiguo hasta 1992! En el CORDE hay numerosísismos ejemplos de su uso en femenino, y en el DPD también se recoge que era femenino en español medieval antiguo. Particularmente curioso el caso de esta palabra, ya que en latín era masculino, luego cambió al femenino (de hecho, en gallego lo sigue siendo -a ponte-) y volvió al masculino en la época moderna.
Calor: En el mapa de diccionarios el género es masculino desde el inicio, pero en las ediciones de 1992 y 2001 se empieza a citar el género femenino, como consecuencia de su uso popular. En el DPD se dice que en el español antiguo y medieval era femenino, y que en la lengua popular se sigue usando así, aunque en la lengua culta se prefiere el uso masculino.
Análisis: Según el mapa de diccionarios, femenino en 1780 y 1817. Ambiguo en 1884 y 1925. Masculino a partir de 1992. En el DPD se aclara que el femenino no es correcto, un guiño a su origen femenino.
Fin: Género consistentemente masculino en el mapa de diccionarios, pero en el CORDE encontramos referencias más antiguas que lo usan en femenino, hasta el S. XVII. De hecho, el DPD aclara que en el español antiguo era femenino pero a día de hoy debe usarse en masculino.
Las causas
No sé a qué se debe este cambio en el género. Si os fijáis (¿quizás sea coincidencia?) son todo sustantivos que a día de hoy son masculinos. El vocablo original del latín en ocasiones era femenino (fin), y otras veces hay un doble cambio (puente, m→f→m).
En Aproximación a la historia de la lengua española → Del latín al romance español (pasando por el latín vulgar) explican sucintamente la evolución de los géneros de las palabras del latín al español, aunque creo que no es aplicable a los casos que menciono. Además, no le dan un nombre al fenómeno, sino que más bien se le considera una evolución natural del lenguaje.
También se pueden pensar en otras causas como influencias de otras lenguas, o como se dice aquí, por analogía: una palabra griega neutra terminada en -a, se pasó al masculino oficialmente, pero los hablantes acabarán pasándola al femenino por analogía.
Nombre del fenómeno
En Masculinas, femeninas y viceversa: palabras con identidad transgénero citan otros ejemplos de palabras que cambian de género, algunos de ellos muy interesantes y curiosos, pero desafortunadamente para nosotros la autora no cita sus fuentes. En cambio, sí que da un nombre al fenómeno, bautizándolo como "palabras transgénero" :)