En respuesta a su pregunta 4), claro que es posible utilizar otras formas verbales, aparte del gerundio, para expresar 'acciones - o procesos - en curso de desarrollo'. Un simple infinitivo ya puede servir para eso: en Estoy oyéndola tocar el piano, por ejemplo, el infinitivo tocar ya expresa una acción en curso de desarrollo. Lo mismo cabe decir del presente simple en casos como ¿Qué haces? Leo el periódico y de cualquier imperfecto, como en Cuando yo subía hace un momento, bajaba el jefe hecho una furia.
En cambio, la respuesta a su primera pregunta es parcialmente negativa debido a que el 'patrón' que Ud. percibe - y que, según Ud., le 'funciona' - no puede 'funcionarle' del todo bien, porque, en lo que respecta a los tiempos 'simples' (no así en lo tocante a los perfectos y 'progresivos') no es exacto. Basta añadir adverbiales apropiados a tiempos como cocino, cociné o cocinaré para que pasen a describir acciones cuyos inicios y finales están temporalmente definidos. Si, por ejemplo, en respuesta a la pregunta ¿Qué hiciste esta mañana? Ud. dice De nueve a diez cociné, de diez a once limpié la casa, de once a doce hice gimnasia y de doce a dos paseé por la playa, todos esos indefinidos denotan acciones que tienen un principio y un final perfectamente delimitados por los adverbiales de tiempo correspondientes. Lo mismo ocurre si utiliza futuros simples; la acción no habrá ocurrido aún, naturalmente, pero puede estar perfectamente delimitada: si en respuesta a la pregunta ¿Qué harás esta tarde? Ud. dice De cuatro a seis leeré una novela, de seis a ocho tocaré el piano, y de ocho a diez veré alguna película en la tele todos esos futuros simples denotan acciones futuras de carácter 'durativo' y perfectamente delimitadas. Finalmente, también ocurre así en presente, en realidad, aunque el presente se presta a describir, o bien estados de cosas, procesos o actividades persistentes, o bien eventos o acciones que pueden ser puntuales pero que se repiten habitualmente en períodos de tiempo largos en relación con la duración efectiva de cada una de esos eventos o acciones, o incluso ilimitados, pero eso no convierte a las acciones mismas en temporalmente ilimitadas. Si Ud. trabaja en un restaurante y dice, por ejemplo, Yo hoy cocino de ocho a diez, los dos circunstanciales de tiempo obligan al verbo cocino a referirse a una actividad que, obviamente, tiene principio y fin, independientemente de que haya empezado ya y esté en curso o vaya a empezar más tarde. Si quita el adverbial hoy y dice solo Yo cocino de ocho a diez, según la situación en que lo diga, esa oración puede significar que hoy lo hace en esas horas o que habitualmente lo hace en esas horas y por tanto volverá a hacerlo en esa franja horaria cada vez que le toque cocinar. El presente expresa entonces actividades habituales, reiteradas, pero eso no las convierte en actividades de límites temporales indefinidos. Si, por último, omite Ud. cualquier especificación respecto a la duración de las actividades o procesos y dice únicamente Yo cocino, entonces, evidentemente, el presente cocino predica de Ud. una propiedad persistente, la de ser capaz de, o aficionado a, o encargado oficial de, las tareas relacionadas con la cocina, y en ese caso, efectivamente, la actividad/propiedad de 'cocinar' que el verbo describe no tiene principio ni fin específicamente expresados. Pero, como ve, no es exacto decir que los tiempos simples describen actividades ilimitadas en el tiempo. Cualquier forma verbal que pueda ser modificada por un complemento circunstancial que exprese duración o un intervalo de tiempo con un principio y un fin, por definición, está expresando eventos en curso de desarrollo con principio y fin especificados.
En cuanto a su pregunta 3), como ya hemos visto, el 'patrón' no es del todo correcto, pero lo dicho antes acerca del indicativo también se aplica al presente y al imperfecto de subjuntivo si llevan adverbiales de 'tiempo' apropiados. Si Ud. le dice a su vecino Cuando toque Ud. el piano entre las tres y las cuatro de la tarde, por favor ponga la sordina. Mi padre duerme la siesta a esas horas, obviamente el presente de subjuntivo toque es capaz de denotar una actividad durativa con un principio y un final claramente especificados.
Por último, en cuanto a cómo denominar a los verbos según el tipo de situaciones, eventos, procesos, actividades, 'logros' o 'actos' que describan, debe utilizar términos/conceptos que precisen, no el 'tiempo', sino el 'aspecto' verbal, bien el inherente a cada verbo en sí mismo, o el que pueda adquirir si va acompañado por complementos o modificadores que lo alteren. Una terminología bastante extendida es la que opone los predicados verbales 'estáticos', que denotan 'propiedades' o ‘estados’, a los predicados 'dinámicos', que denotan ‘procesos’ (e.g., llover), por un lado, y ‘actividades’ (esquiar, enseñar inglés, vender casas, tocar el piano,…), por otro, todos los cuales admiten modificadores que pueden precisar su duración, frente a otros predicados 'dinámicos' que ya expresan 'cambios de estado', sean ‘sucesos puntuales’ (estallar, aparecer, llegar,…), ‘logros’ (heredar, encontrar, ver, oír,…) o ‘actos’ que lo son únicamente en el momento en que culminan (i.e., predicados 'télicos', del Gr. 'télos' = 'fin') y que, por tanto, no 'duran' y rechazan modificadores que expresen duración (aunque esos 'cambios de estado' sí 'llevan tiempo', y en consecuencia aceptan modificadores como en dos horas, en dos semanas, etc. en casos como Consiguió acabar el libro en dos horas/en dos semanas, etc.). Si busca en Google términos como 'aspecto verbal', 'télico', 'atélico', y los demás que le he mencionado, le saldrán muchas páginas en las que podrá informarse más sobre este asunto.