Hago esta pregunta sabiendo que puede ser off-topic, pero no quería dejar de compartir una curiosidad que descubrí hace unos días. En una pregunta anterior comenté una definición ciertamente curiosa del verbo dormir, aparecida en la primera versión del diccionario de la RAE. Esta definición se mantuvo en el diccionario hasta su versión de 1783, la cual decía así:
DORMIR. Tomar reposo y descansar la misma naturaleza, quando pierde el uso de los sentidos, para recobrar las fuerzas, agotadas por la vigilia, ó el cansancio: lo qual se causa levantando al celebro ciertos vapores que le ocupan, y digeridos allí, se vuelven a derramar por el cuerpo hechos espíritus.
Esta definición, que hoy día nos parece ciertamente increíble, se vio drásticamente modificada en la siguiente versión del diccionario de la RAE (1791), apenas ocho años más tarde:
DORMIR. Quedar en aquel reposo natural, que llamamos sueño, el qual consiste en cierta inacción, ó suspensión de todos los sentidos y de todo movimiento voluntario. Úsase también como recíproco.
Semejante variación en la definición me hace pensar que a finales del siglo XVIII tuvo que haber una fuerte corriente de pensamiento que afectó profundamente a los catedráticos que componían el diccionario de la academia. O eso o que recibió fuertes críticas por la definición anterior por parte de algunos sectores de la sociedad. ¿Alguien sabe qué pudo ser el motor que causara que la RAE modificara de semejante forma el diccionario en aquella época? ¿Qué circunstancias históricas culminaron con una revolución en las definiciones que se venían arrastrando durante todo el siglo XVIII?
Estas modificaciones se pueden ver a lo largo de todo el diccionario. Otro ejemplo claro es la definición de "dios" en 1783:
DIOS. Nombre sagrado del primer y supremo ente necesario, eterno é infinito, cuyo ser como se puede comprehender no se puede definir, y solo se puede sacar de sus sagrados oráculos, que es el que es principio y fin de todas las cosas: que crió el universo por su poder, que le conserva por su bondad, que le rige por su providencia, que todo pende de su voluntad, y procede de su magnificencia infinita.
DIOS. Entre los Gentiles se dió este nombre, aunque impropiamente, á qualquiera de las falsas Deidades que fingió la idolatría; como el DIOS Apolo, el DIOS Marte.
Y que en 1791 se suavizó a:
DIOS. Nombre sagrado del supremo ser, Criador del Universo que le conserva y rige por su providencia. 2. Entre los Gentiles se dió este nombre á qualquiera de las falsas deidades que veneraban; como: el DIOS Apolo, el DIOS Marte [...].