La Wikipedia nos resuelve la duda.
En su artículo Ortografía del español, sección Acentuación observamos:
Tras el abandono del acento circunflejo ( ^ ) en el siglo XIX, el
español emplea como diacrítico exclusivamente el acento agudo ( ´
), que se coloca sobre la vocal central de una sílaba para indicar que
esta es tónica en algunos casos.
La curiosidad nos mueve a visitar la sección de acento circunflejo arriba indicada, donde leemos:
El signo, introducido por la Real Academia en el siglo XVIII, señalaba
que ch y x se pronunciaban [k] y [ks] respectivamente en la vocal
siguiente, ya que tales palabras eran préstamos del latín o del
griego. Ejemplos: châracteres, exâcto. Sin embargo, si el uso de este
acento contradecía el uso del acento agudo, se le daba prioridad al
segundo: chímica (y no chîmica). También, si una palabra terminaba en
x, no se marcaba su pronunciación [x] en ninguna vocal cercana al no
ser seguida de vocal: relox (hoy: reloj). En los primeros textos, el
circunflejo podía alternar con el grave en usos similares (â, cargarâ,
despachô) o utilizarse en voces como fê o vêr para indicar la
presencia original de una doble vocal (fee, veer; hoy: fe, ver).
También podía aparecer la palabra como baxîos, traîa, tenîa, oîa (en
estas últimas, indicaba un hiato o ruptura del diptongo), recordando
su empleo en griego con palabras con estas mismas terminaciones. El
acento agudo se usaba raramente y casi siempre en posición interior de
palabra. No obstante las tendencias descritas, hay que señalar que, en
esa primera época, el uso de los diferentes tipos de acento era, por
lo general, irregular e inconsistente incluso dentro de una misma
obra.
Este signo (^) luego fue abandonado rápidamente en el mismo siglo, después de que el uso de ch con pronunciación [k] y de x con
pronunciación [x] se abandonaran a favor de c/qu y j/g (como en relox
o dixe), volviéndolo de nula utilidad.