El verbo principal "dejar" es aquí sinónimo de "permitir". Y este funciona como un "verbo de influencia".
Eso se comprueba en la sustitución del verbo subordinado en infinitivo ("entrar") por "que"+subjuntivo : "No dejaron (a los niños) que entraran"
El complemento ("los niños") funciona como objeto indirecto, pero suele sustituirse por el pronombre correspondiente al objeto directo ("los" en lugar de "les") en algunos casos. Aquí, ambas formas "No les dejaron entrar" o "No los dejaron entrar" suenan correctas, con leve preferencia por la segunda.
Del diccionario panhispánico de dudas:
Los llamados «verbos de influencia» —los que expresan acciones que
tienen como objetivo influir en una persona para que realice una
determinada acción, como autorizar, ordenar, invitar (‘animar’),
permitir, exhortar, etc.—, forman parte de la siguiente estructura:
«verbo de influencia + complemento de persona + verbo subordinado, en
infinitivo o precedido de que, o un nombre de acción»: Le ordené
ejecutar la sentencia / Le ordené que ejecutara la sentencia / Le
ordené la ejecución de la sentencia.
El complemento de persona es
indirecto con los verbos permitir, prohibir, proponer, impedir, mandar
y ordenar: «Esa experiencia le permitió vivir a su manera» (Alberto
Eternidad [Cuba 1992]); «Le prohibió salir de la capital hasta nueva
orden» (Tribuna [Hond.] 18.6.97); «Le propuso hacer un viaje a la
costa» (Landero Juegos [Esp. 1989]); «La penumbra le impide ver con
claridad» (Schmidhuber Ventana [Méx. 1985]); «Quién le manda soltar
pendejadas» (Medina Cosas [Méx. 1990]); «La Policía les ordenó que no
lo hicieran» (Clarín [Arg.] 18.4.97). Por el contrario, el complemento
de persona es directo con los verbos de influencia que llevan, además,
un complemento de régimen, esto es, un complemento precedido de
preposición, como obligar a, invitar a, convencer de, incitar a,
animar a, forzar a, autorizar a, etc.: «Una barrera los obligó a
desviarse» (Fuentes Cristóbal [Méx. 1987]); «La convenció de que
vendiera un anillo de brillantes» (Allende Casa [Chile 1982]); «Ella
lo incitó a seguirla» (Martini Fantasma [Arg. 1986]).
Los verbos hacer y dejar, cuando tienen sentido causativo, esto es,
cuando significan, respectivamente, ‘obligar’ y ‘permitir’, siguen la
misma estructura que los verbos de influencia: «verbo causativo +
complemento de persona + verbo subordinado». Tanto hacer como dejar
tienden a construirse con complemento directo si el verbo subordinado
es intransitivo: «Él la hizo bajar a su estudio y le mostró el cuadro»
(Aguilera Caricia [Méx. 1983]); «Lo dejé hablar» (Azuela Tamaño [Méx.
1973]); y tienden a construirse con complemento indirecto cuando el
segundo verbo es transitivo: «Alguien lo ayudó a incorporarse, lo
estimuló y hasta le hizo tomar café» (JmnzEmán Tramas [Ven. 1991]);
«El alcaide de la cárcel le dejaba tocar el banjo todas las mañanas»
(Cela Cristo [Esp. 1988]).