En Chile es muy frecuente acortar los números largos, sobre todo quitando el sufijo de las centenas. Es una costumbre arraigada que se da en situaciones informales y que no implica en absoluto un bajo nivel cultural.
Por ejemplo, en el habla cotidiana el número 1.340 se puede decir de cualquiera de estas formas:
mil trescientos cuarenta
mil tres cuarenta
aunque en situaciones formales se usa sólo la primera.
Dos excepciones son ciento y quinientos, que nunca se eliminan (por ejemplo 1540 siempre es mil quinientos cuarenta, nunca mil cinco cuarenta).
En este video se puede escuchar un ejemplo en la televisión. El primer locutor dice "ocho noventa y cinco" y el segundo dice "ochocientos noventa y cinco". El ejemplo es bueno porque el primer hablante usa las dos formas en una misma cifra y no genera confusión.
A veces se presentan formas ambiguas, que deben ser aclaradas por el hablante, dándose situaciones un poco confusas. Por ejemplo:
-Hay que hacer los ejercicios de la página mil dos.
-¿Mil doscientos?
-No. Mil dos.
Con respecto a las unidades de mil, se da sólo un caso de acortamiento, cuando el resto de la cifra es 500. Por ejemplo el número 3.500 se puede decir en situaciones informales de cualquiera de estas dos formas:
tres mil quinientos
tres quinientos