Cuestión: Expresión "Cuento Chino". Origen.
INTRODUCCION
Al comienzo realicé una explicación mucho más amplia, pero imaginé que era excesiva en su lectura para llevarla aquí; intenté acortarla, y aún así, me pareció bastante extensa. Opté, a mi pesar, en realizar un resumen en el que se omiten las partes intermedias como las declaraciones que sugieren los tres puntos iniciales de búsqueda y que después de su análisis consideré no hallar en ellos el fundamento buscado. También suprimí aquellas distintas, en las que analizan y se da pie, entre otras, a la antigua Literatura China, donde se reconocen las características fantasiosas, imaginativas y a veces arrogantes, en general, de los personajes de las obras clásicas más destacadas e importantes de aquella literatura, y que tampoco cobraron fundamento en el estudio. Así mismo, en el transcurso de esta indagación comprendí que el propio concepto de "chino" como tramposo, trampa, engaño, regateo con ciertas habilidades, es antiguo, saliendo y expandiéndose más allá de nuestras fronteras y adoptado incluso en otros países, ya que, esa abstracción parece ser un malentendido continuado de origen Español, antes aún de que los viajes marítimos pudieran o no corroborar y ahondar después en la pronunciación de esta singularidad, que teóricamente chocaba con los consejos de Confucio y la observancia global de la sabiduría Oriental .
RECOPILACIÓN DE DOCUMENTACIÓN
Cuatro novelas clásicas chinas (Wikipedia)
Romance de los Tres Reinos (1330) de Luo Guanzhong.
A la orilla del agua (1373?) de Shi Nai'an.
Viaje al Oeste (1590) atribuido a Wu Cheng'en.
Sueño en el pabellón rojo (1792) de Cao Xueqin.
Por otra parte, busqué entre los diccionarios y literatura Española, encontrando, entre expresiones y dichos, un libro de 1796, "Miscelánea instructiva, curiosa y agradable: tomo II". En el libro se introduce una historia llamada "El Bienhechor y El Filósofo", con el sugestivo título "CUENTO CHINO" y en donde llama la atención que al principio de la narrativa aparezcan una gran cantidad de personajes poco fiables, aunque en general, sin nada de relevancia que destacar en el seguimiento y búsqueda de esta expresión, salvo el año y el título.
En Español, existía una antigua expresión, ¿Somos chinos?. Pregunta que se dirige á aquél que pretende engañarnos, para manifestarle con ella que no es fácil. Sin embargo, es aquí en mi opinión, donde se comienza a mezclar y confundir el engaño y lo simple, en este caso, el "juego de los chinos", también conocido por otros nombres y en distintas versiones, juego muy popular en distintas épocas, con la simpleza y lo fácil que es engañar a los chinos procedentes de China, como ocurre en la práctica del juego, pues en aquella expresión se aludía a los chinos, como torpes, faltos de conocimientos y fáciles de engañar, cuando la realidad era bien distinta.
Más tarde en 1821, en un libro en español sobre "El Espíritu de las Leyes" de Montesquieu, señala a los Chinos como "los hombres más tramposos de la Tierra".
NOTA INFORMATIVA
El resumen siguiente, tiene la dificultad de ser "resumen" y los elementos que incorpora por tanto son aspectos que a priori parecen, obviamente, estar fuera de los contextos que fácilmente reconocemos, y por tanto, puede encontrar cierta dificultad para su comprensión actual, aunque intentaré paliarla dentro de lo posible y explicar, con ayuda de algún enlace la comprensión del término, que encierra variaciones internas, propias de una curiosa ambigüedad, a las que hay que estar atentos.
RESUMEN
Resumen del análisis: La expresión "Cuento Chino" proviene de arrastrar durante siglos una confusión, o mal entendido en el lenguaje, utilizando en nuestro propio idioma una misma voz que designa cosas distintas y que lleva al desconocimiento en el mejor de los casos, ya que en español contamos con palabras homófonas como "chino" y "china" o "cuento" y "cuento", que aparte de aludir a los naturales de China, en el primer caso, nos sirve igualmente para referirnos a una piedrecita de pequeño tamaño que se utiliza como suerte de juego, y que a su vez es origen de otras muchas expresiones, y que casualmente, parece no tomarse en cuenta cuando se intentan explicar este tipo de situaciones que llevan a la confusión, quizás porque la voz "china o chino", aunque conocida, no es la utilizada por lo general en toda España para referirse a una piedra de pequeñas dimensiones, pues a veces se entiende y sirve para designar a una simple "roca" (con distintos tamaños) y esto lleve a la falta de claridad.
VOCES HOMÓFONAS Y LOCUCIONES ESCOGIDAS
Estas voces homófonas "chino-china", el devenir del mismo verbo "contar cómo narrar", la acepción de "contar" como cómputo, "contar-contar", cuento, "cuento-cuento", junto la mezcla con el mismo "Juego de los chinos" que trata de engañar al contrario, y otras locuciones antiguas que poseen idéntico sonido, "chino, china" como es "Echar china" con el mismo sentido de "Contar Fabas", que también traba, como se verá, su propia confusión, acabaron por expresar la voz "Cuento Chino" como historias fantásticas, fabulosas, sin fundamento, inverosímiles o simplemente, mentiras.
La RAE, informa en el número cuatro de las acepciones sobre la voz "Cuento" y dice;
"4. - m. Cómputo. El cuento de los años".
Interesante de interpretar. "El cuento de los años", como si fuera un cómputo, un cálculo para averiguar el resultado de algo, y sin embargo, lo fácil que podría entenderse aquí la palabra "cuento", como una narrativa, una fábula, en la que los años relatan una propia historia, un propio cuento.
De hecho la palabra "Cuento" procede del Latín; "Cuento "computus" ‘cuenta, cálculo’, derivado de computare ‘contar, calcular’. La acepción de ‘narración corta’ surgió de la idea de ‘enumerar’ hechos".
EXPRESIONES AMBIGUAS Y CLASES DE CHINOS QUE LLEVAN A EQUÍVOCOS
No obstante, las confusiones derivadas por esas voces homófonas, en muchos casos continúan en nuestros días mal interpretándose en modismos que se han ido adaptado hacia esa nueva configuración y que ahora se enuncian de forma distinta a su intención inicial, como aquel al que se cita, "Engañar como a un Chino", cuando en realidad es "Engañar como a los chinos", "Engañar a los chinos", (Engañar como en el juego de los chinos, en su versión larga), referido al juego de los niños y no a la persona procedente de China. Esto ha generado desde antiguo y genera, multitud de malentendidos, y lo curioso, es que por mucho que se explique el motivo, ya sea por su razonamiento simple o por el propio desconocimiento u olvido de las personas, se tiende a caer una y otra vez sobre el mismo equívoco.
Muchas personas que tropiezan en este error clásico, llegan a ofenderse o molestarse, sin comprender, la razón verdadera de aquel comentario y aun insisten, tratando de rebuscar en su juicio algún tipo de interpretación que arroje una nueva luz, sin embargo, las búsquedas acaban complicando las respuestas con extrañas explicaciones, normalmente, alejadas y erradas de su fundamento y que no puedan aclarar o no saben justificar aquel malentendido que a algunos parece enojar.
Quizás, sea solo que aquel juego de niños hace años que dejó de ser tan popular, y que apenas queda en la memoria conocimiento o recuerdo del mismo, pues recibía nombres distintos, o como se ha indicado, el concepto de "chino-a" como piedrecita, no sea tampoco el habitual utilizado en todos los lugares.
CUENTO CHINO Y CONCEPTOS CRUZADOS
En este sentido, y en líneas generales, algo parecido ocurrió con la expresión "Cuento Chino", que en realidad es "contar chinos", "contar fabas", "contar los chinos", "contar chinas" (Echar china; contar las veces que uno bebe en la taberna, contar las chinas o contar los chinos correspondientes a las bebidas que cada cliente consumía para cobrarlas, cada chino-a, correspondía a una consumición ). Para el cómputo, en el caso de que no hubiera posibilidad de realizarlo con "chinas-chinos", se efectuaba con pequeñas habas, que hacían la vez de pequeña piedrecita, como un "chino", pues antiguamente se solía contar ó realizar votaciones internamente, utilizando pequeñas piedrecitas, es decir, "chinos" ó pequeñas habas.
CÓMO CHINO ADQUIRIÓ EL SENTIDO DE FÁBULA
En ese desatino del destino, habría que preguntarse entonces, ¿cómo "chino" adquirió el sentido de fábula?.
En el encuentro se cruzaron otras voces de significado similar pero de distinta grafía. Así la expresión utilizada " Contar fabas", era lo mismo ó sinónimo de "Contar chinos", sin embargo, "Faba", "Haba" de "Faba-e" en latín, también se puede escribir Fabula-ae, Fabulum-i, Fabulu-i. Sin embargo, la voz Fabula-ae, no se suele utilizar para referirse a las "fabas", "habas", sino que se toma habitualmente por fábula, novela, fabuloso, cuento, pero que en esta ocasión coincide y recoge el mismo valor lingüístico para la pequeña "faba" o haba pequeña, (recuérdese que los chinos o chinas y las habas se utilizaban para contar lo que consumía el cliente).
Diccionario manual de la lengua latina: con la correspondencia castellana
pág. 606
Fabula-ae f. d. (con el significado de), Haba pequeña.
Fabulus-i m. Una haba, un grano de haba.
FABA COMO FÁBULA
Así, y repitiendo, se recoge para "Faba" lo mismo que para "Fabula", Fabula-ae, Fabulus..., donde "Contar fabas", "habas", se entiende como "Contar Fabulas", manteniendo el significado que para "Faba", las mismas, tenían para Fabula, como son las fabulas, historias y cuentos, las cosas simuladas, la novela fingida, lo fabuloso, la ficción, las piezas teatrales...
CONTAR CHINOS - CONTAR FABAS - CONTAR FÁBULAS
Este "contar las chinas", "contar chinos", "cuento" los chinos", o simplemente "el cuento de chinos ó chinas", con el sentido de "contar", no de "narrar", se decía cuando era necesario "contar fabas".
De esta manera, "contar chinos", recogió por un lado los distintos sentidos que ya hemos visto antes y que incorporaba la voz "fabas", en su confusión con la misma lectura de la voz "fabula" cuando "contar chinos" y "contar fabas" eran sinónimos habituales, acabando este uso por desaparecer como expresiones de una época, mientras, la voz "chino" recogía o retomaba a su vez, su sentido como voz homófona de "Chino", es decir, como nativo o procedente de "China".
"AQUÍ CUENTO UN CHINO" COMO CUENTO. CONTAR X NARRAR
Por tanto, "contar" como cómputo, cambio ese valor de calculo "contar", por su sentido narrativo, "contar" como "cuento". "Contar un Cuento" como "El cuento de los años", que tan gráfica y gratamente hemos podido comprobar en la acepción 4ª de la RAE expuesta más arriba, en una interpretación donde la imaginación queda abierta.
CONCLUSIÓN
El tiempo simplemente acabó por transformar la lectura original de ambas palabras, tanto de la voz "Cuento" como la de "Chino", transformándose en algo tan distinto y popular como "Cuento Chino", ya fuera para designar algo fabuloso, una fábula, una novela fingida, una historia, un cuento, una trampa, una fantasía, una ficción, una mentira....
Siento si el desarrollo del propio resumen resultó largo. La búsqueda ha sido larga y la cuestión llevaba casi dos años sin tener una respuesta. Espero que al menos la espera haya merecido la pena y lo expuesto pueda ser adecuadamente considerado, con las limitaciones propias que un guión tiene para su comprensión.