Nos llega hoy la (para mí) triste noticia de la muerte de Chiquito de la Calzada. Sit tibi terra levis, maestro.
Más allá de que su humor nos pudiera hacer gracia o no, es innegable su impacto en la manera de hablar de todo un país.
Palabros como "fistro", "diodenal", "agromenauer", "jarl"... y expresiones como "por la gloria de mi madre" o "pecador de la pradera" pasaron a formar parte de la jerga popular de 40 millones de personas; y otras palabras, aunque ya las sabíamos, se nos hacían nuevas cuando las colaba él en algún chiste. Véase por ejemplo el resurgir de "cobarde" desde mediados de los 90 (Chiquito empezó a salir por televisión en 1994).
No muchos paisanos pueden jactarse de algo así.
Lo cual me lleva, en parte por curiosidad y en parte como homenaje, a plantear mi pregunta: ¿se ha llegado a plantear de manera seria la inclusión en el DLE, como nueva palabra (por ej. "fistro") o como nueva acepción (de por ej. "torpedo"), de alguna de las expresiones que usaba Chiquito de la Calzada? ¿Qué argumentos podrían darse a favor o en contra?